La vida está llena de preguntas, desafíos y momentos de incertidumbre. Podemos alcanzar metas, acumular bienes y buscar satisfacción en muchas cosas, pero al final del día, siempre queda un vacío que nada en este mundo puede llenar. Ese vacío es la señal de que fuimos creados para algo más grande: una relación con Dios.

1. Porque solo en Él encontramos propósito

Muchos viven sin rumbo, siguiendo lo que la sociedad dicta como éxito, pero sin una verdadera razón de ser. Dios nos creó con un propósito único:

"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis." (Jeremías 29:11)

Cuando conocemos a Dios, descubrimos el significado real de nuestra existencia. No vivimos al azar; fuimos diseñados para algo eterno.

2. Porque sin Él, nada nos satisface completamente

El dinero, los logros, las relaciones… todo en este mundo es temporal. Jesús dijo algo poderoso:

"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." (Juan 6:35)

Solo en Él encontramos la plenitud que nuestro corazón anhela.

3. Porque Él nos da paz en medio de cualquier tormenta

El mundo está lleno de problemas, pero Dios nos da paz en medio de cualquier circunstancia.

"Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." (Juan 16:33)

Con Dios, podemos enfrentar cualquier situación sin temor, porque sabemos que Él tiene el control.

4. Porque sin Dios, estamos perdidos espiritualmente

El pecado nos separa de Dios, pero Jesús vino a reconciliarnos con Él.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16)

Dios nos ofrece una nueva vida, libre de culpa, restaurada y llena de esperanza.

5. Porque Él nos da vida eterna

Nada en este mundo dura para siempre. Pero Dios nos ofrece un destino eterno junto a Él.

"Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" (Marcos 8:36)

El mayor regalo que Dios nos da es la vida eterna. Y lo único que necesitamos hacer es aceptarlo.

Conclusión

Necesitamos a Dios no solo para encontrar sentido a nuestra vida, sino porque sin Él estamos espiritualmente muertos. Solo en Él hallamos plenitud, paz y un propósito eterno. Si aún no le has entregado tu vida, hoy es el día perfecto para hacerlo.

Escríbenos
Únete hoy
Únete a nuestra comunidad